Este plato está hecho con carne de cabrito y me encanta tanto en verano como en invierno. Esto se debe a que es un platillo reconfortante con una consistencia casi parecida a un guiso, mientras que mantiene algo de picante en el sabor. Es una comida reconfortante perfecta que mamá nos preparó cuando estábamos enfermos y habíamos perdido el apetito o nos sentimos deprimidos debido al mal tiempo o algo así. Va bien con arroz o chapati.