La clave para una gran crema pastelera es utilizar el mínimo de almidón. Necesita lo suficiente para que la crema mantenga la forma, pero no tanto que interfiera con el sabor. Esta versión usa maicena; solo tenga cuidado de no seguir cocinando una vez que se haya espesado. Esto es perfecto en napoleones, pasteles, tartas o pasteles.